Publicada en Selecciones del Reader's Digest de Junio del 2000.CARTAS EN CADENA
Y OTROS ABUSOS.
Por Sally Valente Kiester¿Recibió alguna vez un mensaje electrónico que advertía no consumir ciertos
alimentos porque eran producto de alteraciones genéticas? ¿O el aviso sobre un
misterioso virus informático que aparecería un viernes 13 y destruiría su disco
duro? ¿O aquel otro sobre un virus que haría que el procesador de su computadora
entrara en un "ciclo binario de complejidad indefinida" y borrara todos sus programas?
Pues bien, eran viles infundios: mensajes falsos o alarmistas que circulan libremente
en la Red. A veces son refritos de viejos cuentos o adoptan la forma de cartas en
cadena, y suelen ser difíciles de reconocer porque algunos se reciben de amigos y
personas de buena fe que en verdad quieren ayudar. He aquí varios ejemplos de
estas patrañas y cómo identificarlas:Falsedades
Un mensaje que circuló hace poco por Internet contaba que un turista había conocido
a una mujer en el bar de un hotel. Bebió hasta embriagarse, y al otro día, cuando
despertó, estaba metido en una bañera con cubos de hielo junto a la cual había una
nota en que se pedía llamar una ambulancia. Cuando los socorristas llegaron,
descubrieron que al viajero le habían extirpado un riñón para venderlo. El emisor del
falso mensaje juraba que la historia era verídica: una cuñada suya conocía a la esposa
de uno de los socorristas. Desde luego, jamás se ha comprobado un caso semejante
de robo de riñones.Otros mensajes son viejos embustes que algún ocioso pone a circular en Internet:
insectos hallados en envases de alimentos, cocodrilos que acechan en clocas o
canales de desagüe... últimamente, la Red se ha infestado de notas alarmistas sobre
virus como el Irina, el Good Times, el Deeyenda y el Ghost. Si usted recibe alguno de
esos avisos, la Computer Incident Advisory Capability (CIAC), que proporciona información
a los sitios de Internet del gobierno norteamericano que enfrentan problemas de seguridad,
recomienda que no los reenvíe a nadie.Por supuesto, ciertas advertencias sobre virus son auténticas, así como algunas que
provienen de "caballos troyanos" (Trojans), mensajes aparentemente inofensivos que
incluyen un documento anexo que, al ser abierto, destruye todo el sistema, como el
legendario caballo de Troya. Claro que la mera lectura de esos mensajes no causa
ningún daño. El mejor consejo es no abrir ningún documento adjunto de fuentes
anónimas o desconocidas.Cartas en cadena
Estos mensajes son fáciles de reconocer porque incluyen una frase para llamar la
atención ("¡Cuidado con los virus!", "¡Gane mucho dinero!"); una amenaza de terribles
consecuencias si usted rompe la cadena, y una petición ("Mande esta carta a todas las
personas que pueda"). A veces circulan advertencias sobre virus dolosamente escritas en
lenguaje técnico o formal que apremian al usuario a enviárselas a otros, y suelen afirmar
que la fuente es alguna institución o dependencia gubernamental.Tenga cuidado con las cartas en cadena que solicitan dinero o información confidencial.
Las cartas en cadena son perjudiciales porque ocupan espacio útil en la Red e impiden
que los mensajes legítimos lleguen a su destino. Gracias a la progresión geométrica, el
noveno mensaje de una carta en cadena generará mil millones de correos electrónicos.También ocasionan que las empresas e instituciones pierdan tiempo y dinero para negar
la autenticidad de la carta o tratar de detenerla. La Sociedad Estadounidense de Lucha
contra el Cáncer lleva meses desmintiendo un mensaje muy difundido según el cual esa
asociación donará tres centavos de dólar para la investigación sobre el cáncer por cada
persona que lea y envíe otro mensaje supuestamente escrito por una niña moribunda.La Sociedad jamás hizo tal ofrecimiento.
Si recibe una carta en cadena, reenvíela al encargado de seguridad de la Red de su
empresa o servidor.¡Puedes compartir esta lectura con tus amigos!
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