ORIENTACION PARA LA VIDA
(Aportación de nuestra amiga Carmen Cecilia)
EL PRIMER PRINCIPIO: ME FORMARÉ BUENAS COSTUMBRES Y SERÉ EL ESCLAVO DE ESAS COSTUMBRES.
Mis acciones las gobiernan el apetito, la pasión, la avaricia, el temor, el ambiente en que vivo y mis costumbres. El peor de estos tiranos son mis costumbres.
De acuerdo a una ley de la naturaleza, solo una costumbre puede dominar a otra. Por lo tanto, debo preparar nuevos surcos para la buena semilla.
BUSCARÉ BUENAS COSTUMBRES Y SERÉ EL ESCLAVO DE ESAS COSTUMBRES.

Caminaré recto entre la gente y no me reconocerán, porque hoy soy una persona nueva con una nueva vida.
EL SEGUNDO PRINCIPIO: SALUDARÉ ESTE DÍA CON AMOR EN MI CORAZÓN.
Porque este es el secreto más grande del éxito en todo lo que uno haga. Sólo el amor puede abrir el corazón de las personas. El amor será mi arma más poderosa y nadie a quien yo visite podrá defenderse de su fuerza. Les podrá disgustar mi manera de vestir y pueden rechazar mi rostro. Sin embargo, mi amor les derretirá el corazón.
Contemplaré las cosas con amor y naceré de nuevo. Amaré al sol porque me calienta; pero también amaré la lluvia porque purifica mi espíritu. Hablaré bien de mis enemigos y se convertirán en amigos míos. Animaré a mis amigos y se volverán mis hermanos.

SALUDARÉ ESTE DÍA CON AMOR EN MI CORAZÓN Y TENDRÉ ÉXITO.
EL TERCER PRINCIPIO: INSISTIRÉ HASTA ALCANZAR EL ÉXITO.
Siempre daré un paso más. Si ese paso no es suficiente, daré otro y aún otro. En realidad, un paso por vez no es muy difícil.
Jamás aceptaré la derrota y borraré de mi boca palabras como imposible y no puedo. Trabajaré y aguantaré. Cuando otros ponen fin a la lucha, la mía estará comenzando.

INSISTIRÉ HASTA ALCANZAR EL ÉXITO.
EL CUARTO PRINCIPIO: SOY UN MILAGRO DE LA NATURALEZA.
Desde El comienzo del mundo, nunca ha existido otra persona con mi mente, mi corazón, mis ojos, mis oídos y mi boca. Todos los hombres son hermanos míos y sin embargo soy diferente de cada uno de ellos. Soy una criatura única.
De aquí en adelante, me aprovecharé de esta diferencia. Tengo posibilidades sin límites y debo aprovecharlas. SOY UN MILAGRO DE LA NATURALEZA y la naturaleza no conoce derrota.

EL QUINTO PRINCIPIO: VIVIRÉ ESTE DÍA COMO SI FUESE EL ÚLTIMO DÍA DE MI VIDA. No perderé ni un momento siquiera en lamentarme por las desagracias de ayer. ¿Acaso puedo hacer que regresen las heridas del ayer y sanarlas? No, el ayer ha quedado sepultado para siempre y no pensaré más en él.
Los deberes de hoy los cumpliré hoy. Hoy acariciaré a mis hijos, hoy abrazaré a mi mujer; hoy le brindaré ayuda al amigo necesitado. Mañana tal vez no estarán aquí para hacerlo.
VIVIRÉ ESTE DÍA COMO SI FUESE EL ÚLTIMO DÍA DE MI VIDA.

EL SEXTO PRINCIPIO: HOY SERÉ DUEÑO DE MIS EMOCIONES. Débil es aquel que permite que sus emociones dominen sus acciones; fuerte es aquel que obliga a sus acciones a que dominen sus emociones.
Si me siento deprimido, cantaré.
Si me siento triste, reiré.
Si siento miedo, me lanzaré adelante.
Si me siento inseguro, levantaré la voz.
Pero aguantaré el enojo y la irritación de mis amigos porque no saben el secreto de dominar la mente.
HOY SERÉ EL DUEÑO DE MIS EMOCIONES.

EL SÉPTIMO PRINCIPIO: ME REIRÉ DEL MUNDO. De aquí en adelante voy a acostumbrarme a reír.
Me reiré de mis fracasos y se desvanecerán en nubes de meros sueños; me reiré de mis éxitos y quedarán reducidos a su verdadero valor. Sólo con la risa y la felicidad puedo disfrutar de los frutos de mi trabajo.
Repetiré tres palabras hasta que se conviertan en una costumbre. Estas palabras son: ESTO PASARÁ TAMBIÉN.
Cuando me sienta oprimido por la pobreza me diré que esto pasará también; cuando esté agobiado de riquezas recordaré que esto pasará también.
ME REIRÉ DEL MUNDO.
Seré feliz, tendré éxito.

EL OCTAVO PRINCIPIO: HOY MULTIPLICARÉ MI VALOR EN UN CIENTO POR CIENTO. De fijo me propongo algo para cumplirlo hoy; algo también para cumplir esta semana; algo para este mes: algo parar este año; algo para toda mi vida. Lo mejor que haya hecho en el pasado, lo multiplicaré ciento por ciento. Nunca me importará que mis planes sean demasiado elevados, pues es mejor apuntar a la luna y herir solamente el águila, que apuntar al águila y pegarle solamente a una roca.
HOY MULTIPLICARÉ MI VALOR EN UN CIENTO POR CIENTO.

EL NOVENO PRINCIPIO: PROCEDERÉ AHORA MISMO. Mis sueños, mis planes y mis ambiciones no tienen valor a menos que se conviertan en acción. La acción es la chispa que enciende mis sueños y mis planes hasta convertirlos en una fuerza viva.
Cuando esté tentado a abandonar la lucha para comenzar mañana, pronunciaré este principio. Porque el ahora es todo lo que tengo. Mañana es el día cuando el débil espera volverse fuerte, pero yo no soy l débil.

EL DÉCIMO PRINCIPIO: DE AQUÍ EN ADELANTE ORARÉ. ¿Quién tiene tan poca fe que en un momento de gran desgracia y de angustia no ha invocado a Dios?
DE AQUÍ EN ADELANTE ORARÉ. Nunca oraré pidiendo las cosas materiales de este mundo. No rezaré como llamando a un sirviente para que me traiga alimentos. Sólo oraré para que Dios me señale el camino para alcanzar lo que me he propuesto.
Oraré de esta manera: Señor, no te pido oro ni ropas. Guíame para que llegue a ser capaz de aprovechar mis oportunidades. Ayúdame, señálame el camino. Guíame, Dios.

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