LO QUE HIZO FALTA
(Aportación de nuestra amiga Aidita)
De a deveras te lo digo: me voy, padre, de tu casa...
Lo digo así, ¡de tu casa! porque no la siento mía.
Por que aunque aquí he vivido desde el día en que nací,
cuando empecé a comprender,
comprendí, ¿debo decirlo?,
comprendí que con nacer no basta para ser hijo.

Por eso me voy, y ¡gracias! lo digo sinceramente.
Nada me faltó a tu lado,
ni la casa ni la escuela, ni el juguete favorito; ni la ropa que me viste
o el coche que ayer usé...
Pero soy tan ambicioso, parezco tan exigente, si te digo que no basta,
que no fue suficiente, ni el dinero ni la ropa, ni ese coche ni esta casa,
porque quiero - siempre quise,-  algo más que no me diste?
y tu abultada cartera, fuente siempre surtidora de remedios materiales,
nunca contuvo billetes para comprar un minuto de tu atención necesaria,
de un tiempo fundamental para ocuparte de mí.

Pensarías que fui buen hijo porque nunca te enterabas: ¿Sabes que
que terminé con mi novia, y cogí una borrachera... que tengo mala nota,
que probé la mariguana, que hacía pinta en el colegio, que le robaba a mamá?

No lo sabes, no hubo tiempo de pensar triviales cosas.
Total dices que "los adolescentes somos traviesos y flojos,
pero que al hacernos hombres enderezamos los pasos."
¡Te equivocas, no era el caso! Y toda mi rebeldía era un grito de llamada
al que nunca respondiste,
el que quizá tú no oíste...Y si tu me preguntaras en qué punto me fallaste,
solo podría responderte: ¡ Me faltaste !

Pero.. ¿para qué le sigo? Ya no es hora para quejas. Faltó... lo que me hizo falta.
¿Que qué voy a hacer? ¡Quién sabe!
¿Qué a dónde voy a ir? ¡No importa!
¿Qué dónde hallaré dinero para pagar esta vida a la que me has acostumbrado?

No puedes creer que viva sin aire acondicionado, sin vehículo a la puerta,
sin "feria" para la disco, sin chicas, sin las fiestas
sin un padre involucrado en industrias y otras empresas,
que es importante en política y frecuenta altas esferas...
¿Que no he de vivir sin esto?
¿Que así mi vida está hecha?
¿Y quién dijo que era la vida la estancia en estos salones
de los que sales y entras donde nunca puedo verte
ni decirte: "hoy si te quedas"?

Nunca he vivido en tu casa nunca ha sido vida ésta.
Ahora es que voy a vivir: fuera de aquí, lejos de ti,
sin la esperanza de que un día vengas a mi.... y nunca llegues.

Me voy padre, tus negocios en inversiones de amor
se han ido en bancarrota y declaras la quiebra
en el comercio de mi amor: pagaste caro y hoy pierdes
casi toda la inversión. Pero si sacas en venta
los pocos bienes que quedan, para salvar el negocio
¡me propongo como socio!

¡Y atiende bien a mi oferta que no habrá mejor postor!

Yo te compro para padre,
el tiempo que no tuviste para dárselo a tu hijo.
Te compro, para gozarlo, todo ese cariño inútil que nunca supiste usar.
Pagaré bien por tu risa, tu palabra, tu caricia,
tu preocupación, tu celo.

¡Te los compro! Y aunque no sé de finanzas
podré ser buen comprador:
Y si te vendes para padre
¡YO TE PAGO MI CORAZON !

Javier Otero Rejón.


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