EVOCANDO A MI MADRE
(aportación de nuestra amiga Margarita)
A veces en las noches mis labios entreabiertos
Evocan a mi Madre con acendrado afán
¡ Por Dios, cuanto silencio!
Los astros casi yertos....
Así han de ser los seres que amamos y están muertos
Y yo sé bien que nunca,
Ya nunca volverán....
No basta, no consuela, no resigna que escuchen
Que oculte entre la noche mi pena, si es tan honda
Si ya murió mi Madre
Y ya no tengo su calor.
A veces digo, "Madre, tengo miedo, alguien ronda,
Resguárdame del frío, dame un beso con amor"
Mas todo esta en silencio
Y solamente pienso si acaso habrá tristeza
Allí, donde ella este,
Sí acaso en ese mundo distante y tan inmenso
Llora ella como lloro
O quizá contenta este
Tal vez me grita; "Hijo"
Y presto yo no acudo como aquella mañana
Que en mis brazos murió
Aquí ella sufría tanto
Que descansar no pudo
Hasta que sus ojitos cerro
Y sus labios mudos, besando mi mejilla
De mi se despidió.
¡ Gran Dios ! la extraño mucho; sin ella tengo.....
nada, me faltan Dios, sus brazos, regaños y  consejos,
sin ella todo es tan triste.
Tan solo en la mirada absorta y taciturna
Se asoma mi añorada para calmar la pena
De mis viejos recuerdos.

(Anónimo)

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