DESDE LA TRISTEZA DEL CORAZON...
A LA PAZ DEL SEÑOR
(Escrito por nuestra amiga Claudia Patricia García)
Tweet

La verdad, espero que sea de su agrado.

Realmente Señor, nunca pensé que podría sentir esto, que tuviera la capacidad de sufrir y mucho menos de reconocer que no estoy bien, y no lo estoy.

No estoy nada bien, y no es porque Polo sea feliz, con alguien más.

La verdad, tengo que reconocer que tú, Señor, me has regalado ese sentimiento desde hace mucho tiempo; esta vez no tengo envidia, ni coraje con él... mucho menos; pero sí conmigo... no puedo dejar de sentir esto, la estupidez de mi corazón, el que realmente no tengo nada, y si me sorprende tu proceder Señor.

Porque cuando se trata de hacer regresar al camino, y hacer las cosas sea mejor para mi, siempre estás atento y haces hasta lo imposible y dejas a un lado lo ordinario, sólo para que yo me dé cuenta de tu actuar en mi vida, y es que de verdad no entiendo cómo le haces para hacer todo lo que debe de ser.

Pero cuando te digo que necesito a alguien que me ame, y que necesito sentirme acompañada pareciera que estás sordo, que no existieras, que no puedes entregarme a alguien a mi lado, y después de todo, yo soy la tonta que ando haciendo lo que no me conviene y ando perdiendo el tiempo por donde sea.

Yo la verdad no te entiendo, nunca he entendido como el Dios de todo poder, el que hizo tantos prodigios, en muchos lugares y momentos, no me puede dar algo tan sencillo... si tengo que morir sola, sin que nadie me haya querido nunca...

Ya sé que siempre me has dicho que debo de quererme yo misma, pero no sé hacerlo, nunca aprendí y ni siquiera tengo idea de cómo hacerlo.

¿Y ahora qué, Señor?

Dos cosas me has negado, las dos cosas encajadas una de otra; era encontrar alguien con quien pueda vivir una plenitud de amor y la otra era si no era eso, la paz en la soledad, pero no, no me entregas ninguna de las dos, sólo tengo el dolor por haberme humillado durante tantas veces este año ante él y el desprecio que él siente por mí.  Y fué tanta mi estupidez que no solo acepté que hubiera alguien más, sino que me dejé estar en segundo lugar.

Y te voy agradecer que él encuentre a esa persona que me aleje de él.

Esta es la servidora que tú quieres, la que no puede ser feliz, este tipo de persona es la que tú necesitas, la que te hace falta para tu servicio, una mujer infeliz, llena de tristeza, que no puede armonizar, ni en su casa, ni con su familia, y que no puede decir que es feliz, pues añora tener a alguien a su lado, y tú se lo has negado.

Tan pobres servidores tienes a tu lado, que me necesitas a mí, con estas faltas, con estas fallas, y me dices que amas.

Y me negado desde tanto tiempo el amor.

No te entiendo Señor, no entiendo los motivos, que te hicieron que te fijaras en mí, y que pensaras que yo soy un gran instrumento en la vida, y que, aún mi sueño, pudiera ayudar a tanta gente, este año fue de mucho servicio, pero sin embargo no soy feliz, no soy feliz, no estoy llena de ti, no me encuentro en paz, no tengo la armonía en mi corazón.

Por eso te escribo porque es la única manera que conozco en poner orden a mis sentimientos, a las cosas que deseo decir y que no puedo expresar.

Por soy una mujer insensible, en mi vida, en noviembre me prometí, llegar a tener coherencia en mi vida, lo estoy logrando, estoy creciendo en lo emocional, sólo para darme cuenta que me duele mucho estar sola, que me duele mucho no tener a nadie a mi lado, y que aunque me humillado mucho, no encontré otra forma de hacerlo, ahora no sé que hacer...

Gracias a Ti, el decidió por los dos, y eso me aleja del pecado que me atormentaba, pero no me hace feliz, no me hace plena, y ahora... ¿Qué le voy a decir al padre?

La verdad que yo no estaba segura , pero que gracias a tí el decidió por los dos y me liberó de este pecado, y del dolor que hay en mi corazón.

De qué te sirve, para que lo necesitas. ¿Para que me sirva a mí?

¿Para qué lo ocupo yo?, ¿Que quieres haga Señor, a donde quieres que vaya?

¿Porqué me siento así, derrotada, acabada, y sin ilusiones, sin fuerzas para continuar?

Me niego a seguir a tus servicios si no me das el motivo de esto, si no me haces feliz a través del sufrimiento y si no me dejas que encuentre la paz en mi corazón.

Y me niego, no porque lo pueda hacer, no porque deje de ser propiedad tuya, si no porque no hay razón, para que un ser como yo esté a tu servicio, si no es feliz, que ejemplo para las demás, que necesidades necesitas que cubra en esta vida.

Y así como diste pronta respuesta a mis ruegos de ayer, te pido que esta vez también cumplas.

Yo sé que para tí nada es imposible, y si quieres hoy mismo me puedes dar a esa persona, pero como no entiendo lo que haces en mi vida, y no sé qué quieres para mí, sólo te pido que me des la paz suficiente para encontrar esa paz y esa confianza hoy y siempre…

Gracias,

Y en espera de tu pronta respuesta.

Tu inútil y pobre servidora. Además de gran pecadora.

Claudia Garcia.

¡Puedes compartir esta lectura con tus amigos!
Sólo pásales esta dirección:
www.lecturasparacompartir.com/mensajes/desdelatristezadelcorazon.html

Desde la tristeza del corazon

¿Te gustó este artículo?
¡¡Envíale un aplauso al que lo compartió!!
¿Que te pareció este artículo?
¡Aplausos! ¡Aplausos! ¡Excelente!
¡Está bien!
Perdóname, pero me aburrí un poco.
¿porqué no te pones mejor a ver la televisión?
Tu mail: 

Comentarios:


Gracias por tu participación y tomarte un minuto para mandar tu mensaje,
así contribuyes al mantenimiento de esta página.
Lecturas para compartir.  Club de lectura y amistad.  www.lecturasparacompartir.com