TweetEL PREMIO DE OBTENER NADA
(Escrito por nuestro amigo Rafael Maceira)Saludos, me encantaría sigan creciendo y dándole estimulo a los pequeños escritores.
Dos buitres rellenos de nada y como pianos sin cuerda aterrizan en un mar de arena, débiles de tanto aire simulan ternura para obtener lo que tanto desean y por lo único que viven.
Desterrados del aire, escudriñan tierras desconocidas; audazmente avivan sus miradas a lo largo en busca de un aliciente, espasmos repentinos alucinan en sus entrañas, esforzándose con cortos revoloteos, van de charco en charco y de rama en rama, nubes pasajeras en sus agudos ojos, atinan rayos de sol en todo su ser, se esmeran en la reserva de lo que alguna vez fue una sobra esplendida de olores y sabores infinitos que estremecían sus mentes...
Analizan la situación con pasión pero a la vez desesperante, acuden a sus débiles músculos, sin resultado alguno siguen los kilómetros de intensidad, extenuados se disparan miradas entre ellos, inquietud en sus deseos, giran y siguen desgastándose, afrontan la realidad del olvidado estimulo sólido, frío y sangriento, afloran sensaciones terroríficas pero a la vez tentadoras, asumen sus posiciones y debaten.
Dándose cuenta que a la final eran familia, desisten y acuden por la separación fingiendo una mejor suerte; los kilómetros disminuyen a milímetros, el viento queda como único motor de movimiento de sus débiles cuerpos, transcurren pocos segundos para que deliberadamente emanen algunos pocos intentos de pasión por llenar el vacío que los corroe, de arriba abajo va pasando la noche pausadamente por sus ojos, llega su alivio, últimos palpitos del corazón dejan de estar para sanar su dolor y darle cabida a una nueva vida…
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El premio de obtener nada