Hace algunos siglos o años para mi, me encontraba tocando el organo en un lugar en el paseo Montejo de Merida Yuc, cuando el dueño me comunicó que tendría que acompañar a un cantante famoso conocido como "El Gitano Señorón" su nombre era: Juán Legido.

Llegó la hora del ensayo, pero o sorpresa el tal "gitano" no quiso que un chavo como yo le acompañara, el dueño le increpó diciendole:  "Mare Juan ¿que te pasa? el chavo sabe leer musica y te puede acompañar lo que quieras gallo", el tal "gitano" no quiso de ninguna manera que yo le acompañara despertando mi ira y mi indignación le espeté: "usted cree que yo no le puedo acompañar cuando canta, falta que usted pueda cantar cuando yo toco", sorprendentemente aquel tipo que aunque ya era un viejo y su fama iba en declive, aun poseia un cartel mil veces superior al mio, pues yo no era nadie, agachó la cabeza y viendo al dueño con un gesto le dió a entender que no pasaba nada, el dueño sin decirme nada se vió obligado a
contratar a una organista llamada "Ofelia" zapata" para acompañar al tal "gitano".

En la noche a la hora del "show" me dije a mi mismo que como era posible que prefiriera a alguien que según yo tenía una forma tan elemental de tocar y con armonias tan cadúcas, en aquella epoca yo acababa de conocer armonía según yo moderna, novenas, aumentados, disminuidos, hexafonas y toda esa cosa.

Al día siguiente me fuí a tocar a una "cantina botanera de medio dia" común en esta y aquella epoca en la tierra del Mayab, cuando de repente me sorprendió ver sentado a aquel viejo "gitano" en una mesa, solitario, con una cerveza por delante y me mandó decir con el mesero que si le podia hacer el favor de acompañarlo a su mesa, terminé mi turno y me acerqué con aire de perdonavidas a el, me vió hacia arriba y me dijo: "sientate gitano" lo hice y con mirada adusta esperé lo que
me quería decir, me soltó mas o menos estas palabras:

Hombre gitano, tu sabes que yo comencé mi carrera con los "Churumbeles de España" nosotros no eramos nada gitano
nunca fuimos gran cosa y yo tampoco lo he sido, tocabamos por divertirnos en cualquier salón, de repente a alguien le gustó le que haciamos todos desafinados y de pronto vino la fama, pero ninguno de nosotros eramos musicos como tú que sabes, tu si tocas bien gitano, sabes de musica eres un musico, yo no se nada gitano, es por eso que necesito alguien que me entienda. tu tocas demasiado para lo que yo canto, no te enojes macho, comprendeme.

Me quedé de una pieza, aquel señor que habia recorrido medio mundo, famoso y que habia vendido infinidad de copias de discos con su musica, le dió una clase de humildad a un pelele musical como era yo, ese hombre era un señor, (que en paz descanse) y gracias por esa lección que nunca olvidaré, gracias al señor: don Juan Legido donde quiera que esté, era un gitano, pero mas que eso, era, es y será para mí: UN VERADERO Y REAL SEÑORÓN.

Esta es una anecdota de la vida de un musico, espero que a alguien le sirva.


 
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