EN UN PRINCIPIO
(Escrito por nuestro amigo Luis Arias Lobaina)
Esta es una historia fantástica y como tal puede parecerles real o improvisada, de cualquier forma vale la pena escucharla.

Hace ya mucho tiempo, tanto, que la historia de la humanidad en aquel entonces no se contaba por años sino por eras, la era del hielo, del sol o del agua etc.  En aquella época nuestro planeta Tierra no era como estamos acostumbrados a verlo hoy dividido en continente sino que en aquel entonces el globo terráqueo era una enorme masa pétrea, única, rodeada de agua por todos sus lados, donde solo coexistían pequeños animalitos primarios, no existía la variedad de especies que tenemos hoy, en aquel entonces todas eran iguales, grises, con cuatro patas, una cabeza un cuerpo rechoncho y se pasaban el día entero deambulando por doquier, comiendo y dormitando donde los cogiera la noche.

En aquellos tan lejanos días la naturaleza era virgen, poseía aún todo lo que a lo largo de la historia de la humanidad los hombres les hemos despojado poco a poco: un inmenso mar saturado de plantas y minúsculos seres, trepidantes ríos tan claros como la luz del día y una exuberante vegetación que dificultaba el andar por la gran cantidad de especies y variedades que se disputaban un rayito de sol dentro de aquella enmarañada comunidad de plantas.

Un día el caos se apoderó de la Tierra, y del inmenso cielo azul comenzaron a caer grandes fragmentos de rocas envueltas en fuego y tal era su fuerza que comenzaron a fragmentar la corteza terrestre en grandes masas que hoy conocemos como continentes tomando cada uno formas curiosas y si son observadores y han estudiado Geografía en la escuela notaran por ejemplo que América del Norte se asemeja a un viejo con la nariz larga y la boca abierta tratando de comerse a nuestra isla, como mismo ocurre en la actualidad, la Florida sería la larga nariz, los grandes lagos son los ojos y la boca el territorio mexicano usurpado a México, también se nota que América del Sur y África prácticamente tiene la misma forma semejante a una macana que usaban los aborígenes para golpear, es curioso porque estos son dos continentes donde aún se lucha por la liberación y aún quedan comunidades que viven aún en pleno siglo XXI en un estado casi primitivo, y Asia , aquí si hay que tener imaginación, esta es una zona de gran desarrollo económico, que aparenta la forma de una gran vaca con la cabeza en España, las patas en Arabia Saudita y Vietnam y una gran ubre en la India e inclusive Sri Lanka semeja una gota de leche, es curiosa la forma de estos continentes pero que tienen una gran analogía con su situación actual.

Pero volviendo a los pequeños seres que habitaban la tierra, un mal día para ellos , pero de avance para la humanidad ,sucedió lo que se advertía venir, se terminaba el alimento en la superficie, y como sólo poseían la habilidad de caminar y no alcanzaban y ni siquiera miraban los frutos que rozagantes colgaban de los árboles, o que se ocultaban bajo las raíces de las plantas, era tal la abundancia sobre la superficie que sus sentidos solos estaban habituados a ver y sentir y oler en una sola dirección. Al escasear el alimento aquellos pequeñísimos y feísimos seres sintieron la necesidad de ampliar su horizonte de búsqueda, sintieron la necesidad de explorar nuevas formas para conseguir el preciado alimento, era la dura ley de la naturaleza, o se adaptaban a las nuevas condiciones que parecía imponerles la vida o perecían de inanición, como le pasó a algunas especies que simplemente se mantuvieron en el mismo sitio, esperando que el alimento llegara a ellos como por arte de magia y simplemente perecieron.

Una mañana sucedió algo que aceleraría este proceso, de los cielos empezaron a caer gigantescas rocas, era el segundo ataque de meteoritos a nuestro verde planeta, después de aquella gran caída de rocas que dividieron a la Tierra, durante el mismo perecieron muchas especies, y de los animalitos solo iban quedando los más fuerte, los más hábiles y fáciles de adaptar al cambio, luego de semejante bombardeo. Veamos entonces como surgió una de las especies que sobrevivieron a los tiempos y se adaptaron a las nuevas épocas que se les avecinaban.

Una de aquellas formas de vida sufriendo la escasez de alimento ,arqueando su cabeza hacia atrás notó el increíble mundo que se le ofrecía sobre si, gigantes árboles cargados de frutos y de vida, cargados de esperanza , descubrió que en las ramas de los árboles estaban muchos de los alimentos que encontraban en el suelo, así que con mucho empeño, más que habilidad intentó vanamente en un principio tratar de alcanzar aquellos frutos, primeramente trató de escalar con sus diminutas patas por la superficie, muchas veces áspera de los árboles, como resultado obtuvo varias y varias caídas al suelo, su cuerpo no le permitía lograr aquel objetivo, pero pensó en algo que quizás podría ayudarle, recordó que algunos árboles a los que los había alcanzado algún rayo, soltaban un espeso material pegajoso, el cual creyó que embadurnado sobre su cuerpo podría, adhiriéndose a la corteza de las plantas, alcanzar la cima de los mismos.

Y así lo hizo, buscó un tronco que estuviera en estas condiciones y del material espeso que aún manaba de el y se derramaba sobre el suelo se revolcó sobre el mismo logrando que todo su cuerpo se impregnará de aquel material formando un gruesa capa sobre el mismo.

Buscó un árbol pequeño con frutos para probar su invención, divisó entonces una pequeña mata de guayabas repletas de hermosas y suculentas guayabas amarillas que colgaban de los gajos. Al primer intento logró subirse en el curvo tronco y arrastrándose logró avanzar algunos centímetros pero se abatía nuevamente al lugar de origen, esto sucedía porque el material que se había untado aunque pegajoso aún estaba demasiado húmedo para lograr su mayor adherencia, necesitaba un poco de tiempo, pero esto no lo sabia el pequeño animalito, que intento tras intento sin lograr su objetivo se iba cansando hasta que exhausto quedó dormido a unos cinco centímetros del suelo.

Cuando despertó sintió que colgaba del árbol, ya que la resina al secarse se había convertido en algo duro que lo retenía, trató en vano de avanzar y nada, movía y movía sus pequeñas patas a un ritmo frenético que enloquecía, hasta que de tanto patalear, estirarse y moverse y aquí viene lo increíble de la historia, su pequeñas patas se gastaron y su rechoncho cuerpo se estiró, logrando salir de aquella improvisada prisión, pero dejando su cuerpo aun pegajoso y manchado de la corteza del árbol y así aprovechando estas nuevas cualidades, cuerpo alargado y pegajoso logró deslizarse sobre las ramas y alcanzar todos los frutos hasta saciar su hambre y desde aquella fecha hasta el momento quedó transformado en aquello que hoy llamamos serpiente, animal alargado sin patas, de cuerpo húmedo y pegajoso y que se arrastra sobre la superficie de cualquier objeto, aún hoy en día tal vez como recuerdo de aquel cambio, cada cierto tiempo mudan su piel rememorando aquella ocasión en que bajo un colosal esfuerzo por salir de su improvisada prisión nació aquel reptil.

Créanlo o no pero esta fue la metamorfosis sufrida por este animalito que a lo largo de los tiempos posteriores fue logrando otros cambios hasta lograr gran variedad en este tipo de ofidio, que es otro nombre por el que se le conoce, inclusive existe un tipo de roca en Geología que se conoce con el nombre de serpentinita, aludiendo al nombre y color parecido al de las serpientes. Hasta en el actuar de las personas se le relaciona con ella, cuando alguien para lograr sus objetivos emplea técnicas de adular a otras personas se les dice que se arrastran como una serpiente o maja o jubo como se le dice en Cuba también.

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