LA IGLESIA Y EL MUNDO
(Aportación de nuestro amigo Chivy Gon)




La iglesia y el mundo caminaban muy aparte
Por el largo y distante camino del tiempo;
El mundo cantaba una alegre canción
La iglesia cantaba a Cristo adoración.

"Dame tu mano" le rogó el mundo a la iglesia
"Y caminarás conmigo por este alegre rumbo."
Pero la iglesia escondió su blanca mano
Y solemne contestó: "No, no te daré mi mano
Para caminar contigo a tu lado.
Tu camino es camino de muerte;
Seguirte sería arriesgar mi suerte.

"Sólo camina conmigo por un corto paso"
Contestó el mundo con aires de afecto
"El camino que yo ando es uno muy recto,
Tu camino es pedregoso, áspero y rudo,
Mientras que el mío es claro y nada de oscuro."

"Mi camino está alineado con flores y gemas
El tuyo solo tiene lágrimas y penas.
Sobre mi camino tengo un cielo azul,
Sobre tu camino veo una nube gris,
Tu camino por cierto será infeliz.
Hay mucho lugar para ambos viajar
Tomados de la mano, caminando en par.”

La iglesia se detuvo y le dio su blanca mano
El mundo la tomó, y le dijo tiernamente,
"Tu vestido es muy simple
Para agradar mi mente.
Te daré perlas para que eleves tu frente."
La iglesia miró a su simple atavío
Y pensó, "que dirá la gente?"

"Cambiaré mi vestido por otro más fino"
Se dijo a sí misma la iglesia de Cristo.
Entonces su ropa se transformó
Y con su vestuario al Señor negó.

El vestido se acortó
Y la figura se acentuó.
"Me siento mas cómoda con esta vestimenta,
Y ya veo que la pintura también me asienta."

Tu casa es muy simple querida iglesia,
Te haré una nueva; parecida a la mía.
Y el mundo a la iglesia levantó templo,
Atractivo en verdad por fuera y por adentro.

La iglesia se llenó de gente del mundo.
El edificio era espléndido con copas de oro.
Se oía música pero no era la de un coro
Y comidas había de alimento inmundo.

El ángel de el Señor sobre la iglesia voló
Y con urgencia su pecado declaró.
La iglesia a sus hijos urgente llamó.
Dormidos estaban; ninguno respondió.

Dijo el mundo: "Tus pastores predican algo absurdo,
Asustan a mi gente con eso del fin del mundo.
Necesito pastores que sean irreverentes
Esos sí le agradan a toda mi gente.
Que no hablen tanto del plan de salvación
Que sólo entretengan con su religión.

No gastes tu dinero con los pobres de aquí
Compra, come y bebe con todo frenesí.
Y la iglesia el plan del mundo aceptó,
Gastó su dinero y al pobre abandonó.
Y ahora las viudas, pobres y refugiados
Ignorados fueron por los llamados hermanos.

Los hijos del mundo y los hijos de la luz
Caminan al unísono ignorando la cruz.
Esperan unidos el tiempo de paz
Y estar en el cielo por siempre jamás.

La iglesia es caída, aquella hermosa mujer
Y cuando Cristo regrese no le podrá ver.
¡Dolor de dolores al cielo no ir!
Y tú, querido hermano...
¿Cual será tu fin? ¿Me puedes decir?

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