¿DONDE ESTAN
LAS MANOS DE DIOS?
(Aportación de nuestra amiga Carmen Katherine "Katy")
Cuando observo el campo sin arar,
cuando los aperos de labranza están olvidados,
cuando la tierra está quebrada me pregunto
¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando observo la injusticia, la corrupción,
el que explota al débil;
cuando veo al prepotente pedante enriquecerse
del ignorante y del pobre,
del obrero y del campesino carente de recursos
para defender sus derechos, me pregunto:
¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando contemplo a esta anciana olvidada ;
cuando su mirada es nostalgia y balbucea todavía
algunas palabras de amor por el hijo
que la abandonó, me pregunto:
¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando veo al moribundo en su agonía llena de dolor;
cuando observo a su pareja y a sus hijos deseando no verle sufrir;
cuando el sufrimiento es intolerable
y su lecho se convierte en un grito de súplica de paz,
me pregunto:
¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando miro a ese joven antes fuerte y decidido,
ahora embrutecido por la droga y el alcohol,
cuando veo titubeante lo que antes
era una inteligencia brillante y ahora harapos
sin rumbo ni destino me pregunto:
¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando a esa chiquilla que debería soñar en fantasías,
la veo arrastrar su existencia y en su rostro se refleja ya
el hastío de vivir,
y buscando sobrevivir se pinta la boca y se ciñe
el vestido y sale a vender su cuerpo, me pregunto:
¿dónde estarán las manos de Dios ?

Cuando aquel pequeño a las tres de la madrugada me ofrece su periódico,
su miserable cajita de dulces sin vender,
cuando lo veo dormir en la puerta de un zaguán titiritando de frío,
con unos cuantos periódicos que cubren su frágil cuerpecito,
cuando su mirada me reclama una caricia, cuando lo veo sin
esperanzas vagar con la única compañía de un perro callejero,
me pregunto: ¿dónde estarán las manos de Dios ?

Y me enfrento a Él y le pregunto:
¿dónde están tus manos, Señor?
para luchar por la justicia, para dar una caricia, un consuelo
al abandonado, rescatar a la juventud de las drogas, dar amor
y ternura a los olvidados.

Después de un largo silencio escuche su voz que me reclamó,
"no te das cuenta que tú eres mis manos, atrévete a usarlas
para lo que fueron hechas, para dar amor y alcanzar estrellas".

Y comprendí que las manos de Dios somos "TÚ y YO",
 los que tenemos voluntad, el conocimiento y el coraje
para luchar por un mundo más humano y justo,
aquellos cuyos ideales sean tan altos que no puedan
dejar de acudir a la llamada del destino,
aquellos que desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia se
reten a sí mismos para ser las manos de Dios.

Señor , ahora me doy cuenta que mis manos están sin llenar,
que no han dado lo que deberían dar, te pido perdón por el
amor que me distes y que no he sabido compartir, las debo de
usar para amar y conquistar la grandeza de la Creación.

El mundo necesita esas manos, llenas de ideales y estrellas,
cuya obra magna sea contribuir día a día,
a forjar una nueva civilización,
que busquen valores superiores,
que compartan generosamente lo que Dios nos ha dado
y puedan al final llegar vacías,
porque entregaron todo el amor,
para lo que fueron creadas y Dios seguramente dirá:
 ¡ESAS SON MIS MANOS !

¿Te gustó este artículo?
¡¡Envíale un aplauso al que lo compartió!!
¿Que te pareció este artículo?
¡Aplausos! ¡Aplausos! ¡Excelente!
¡Está bien!
Perdóname, pero me aburrí un poco.
¿porqué no te pones mejor a ver la televisión?
Tu mail: 

Comentarios:


Gracias por tu participación y tomarte un minuto para mandar tu mensaje,
así contribuyes al mantenimiento de esta página.
Lecturas para compartir.  Club de lectura y amistad.  www.lecturasparacompartir.com