El más hábil explorador del cielo en busca de nuevos cometas no es una persona, sino una máquina, y se halla a 1 millón y medio de kilómetros de la Tierra.EL DESCUBRIDOR DE COMETAS
(aportación de nuestra amiga
Soraya Alejandra Italiano)A los múltiples logros alcanzados hasta ahora, el observatorio solar SOHO, construido en cooperación entre la NASA y la ESA, debe añadir ahora un nuevo título: el de máximo descubridor de cometas.
El sofisticado observatorio se encuentra constantemente orientado hacia la superficie del Sol. Es entonces cuando tiene la oportunidad de fotografiar decenas de cometas desconocidos, demasiado débiles para ser vistos desde la Tierra o demasiado próximos a nuestra estrella como para que un cazador de cometas humano pueda verlos.
Según las estadísticas, el Solar and Heliospheric Observatory (SOHO) ha encontrado 102 nuevos integrantes de esta familia, aunque algunos de ellos aún están pendientes de confirmación.
La mayoría se trata de cometas que se encuentran en una ruta suicida que los llevará a penetrar en la corona solar, donde serán destruidos. El instrumento llamado Large Angle and Spectrometric Coronagraph (LASCO), un coronógrafo que oculta con máscaras el brillo del Sol y puede fotografiar sus alrededores hasta una distancia de unos 20 millones de kilómetros de su superficie, nos muestra las espectaculares erupciones que se desarrollan en nuestra estrella, y también, de paso, la corona solar y los cometas que se acercan a ella.
No todos los cometas descubiertos por el SOHO son tragados por el Sol. Los tres últimos, precisamente, pasaron a una distancia segura. El resto se vaporizaron.
El SOHO puede ver también cómo estos cometas se rompen en pedazos, afectados por la gravedad de la estrella, de un modo similar a aquel que hace unos años (1994) cayó sobre Júpiter (el Shoemaker-Levy-9).
Uno de los cometas vistos por el satélite, situado a 1 millón y medio de kilómetros de nosotros, en un punto estable de Lagrange, podría ser el mismo que observó el astrónomo griego Eforo en el 372 antes de Cristo. Eforo informó que el cometa se había dividido en dos partes, y parece que ambos visitaron el Sol de nuevo en el año 1100 de nuestra era, oportunidad que aprovecharon para volver a dividirse.
El ritmo de descubrimientos del SOHO es muy elevado, lo que sugiere que el número de fragmentos de cometas que se acercan al Sol podría ser de más de 20.000.
La composición de los cometas, una mezcla de hielo y polvo, es peligrosa para aquellos que visitan nuestra estrella. Su núcleo se calienta mucho y sólo podrán sobrevivir si son lo bastante grandes. Además, las fuerzas de marea gravitatorias pugnan por romperlos en pedazos.
Las observaciones de los fragmentos cometarios suponen conseguir información de la composición interna de tales astros, en un momento en que ésta no ha sido alterada aún demasiado. Cometas como el Halley han visitado tantas veces el Sol que su superficie no es del todo representativa.
Información adicional en:
http://sungrazer.nascom.nasa.gov/soho100
http://pao.gsfc.nasa.gov/gsfc/spacesci/sunearth/sunearth.htm#soho
http://sohowww.nascom.nasa.gov/hotshots/
http://sci.esa.int/soho
http://sohowww.estec.esa.nlImagen:
http://sohowww.nascom.nasa.gov/hotshots/2000_02_07/100/soho100b.005.gif
(Cometa que ha sobrevolado el Sol y ha conseguido alejarse sin caer en él. Se
trata del número 100 observado por el observatorio SOHO.) (Foto: NASA/ESA)Animación de la imagen anterior:
http://sohowww.nascom.nasa.gov/hotshots/2000_02_07/100/soho100b_clean.gif