EL TABACO
(Página www.saludmed.com)

El tabaco y el humo contienen la droga adictiva conocida como nicotina, y una gran cantidad de otros químicos tóxicos y carcinogénicos. La nicotina es un tóxico muy peligroso que con frecuencia se emplea en insecticidas.

Representa una droga potente de tipo psicoactiva que afecta el cerebro y altera el humor y el comportamiento.

El humo del tabaco contiene brea, así como otro tóxicos, tales como el monóxido de carbono, formaldehído y benzeno. Cuando el humo se inhala, la nicotina llega al cerebro en cuestiones de segundos, donde actúa como un receptor altamente sensitivo que desencadena una variedad de respuestas a través de todo el cuerpo. En primera instancia, aumenta la frecuencia cardiaca y respiratoria. Ocurre una vasoconstricción de los vasos sanguíneos, la circulación periférica se reduce y aumenta la presión arterial. Los fumadores principiante pueden experimentar mareo, naúsea y dolor de cabeza. Luego de varios minutos, el fumador puede sentirse deprimido e irritable y tiene el deseo de fumar de nuevo. Ocurre la adicción cuando continúa el uso del cigarrillo.

La nicotina puede trabajar como un estimulante o sedante, dependiendo de la circunstancia del fumador. Como un estimulante, la nicotina puede inducir en el fumado un efecto de percepción energética. Por el otro lado, pueda aumentar las ondas alfa en el cerebro y estimular la liberación de endorfinas, produciendo sentimientos de relajación.

El problema principal es el efecto a largo plazo del tabaquismo (véase Tabla 5-1). El fumar representa la causa principal conocida para el cáncer pulmonar y se encuentra vinculado con otros tipos de cáncer. Los fumadores poseen el riesgo de sufrir un ataque cardíaco durante la edad de 30 a 40 años en comparación con los no fumadores. Entre mayor sea la dosis del humo, mayor será el riesgo para una condición crónica incapacitante y degenerativa.

Los fumadores de cigarros y de pipa poseen menores tasas de mortalidad que los fumadores de cigarrillo común, pero aún están en alto riesgo. Posiblemente esto se deba a que los fumadores de cigarros y pipa comúnmente inhalan menos humo, de manera que esto disminuye el riesgo. No obstante, el humo del cigarro y pipa pueden contener mayores tóxicos que el cigarrillo. Los fumadores de cigarros y pipas poseen una alto riesgo para el cáncer en la región bucal, garganta y laringe en comparación con los fumadores de cigarrillo. Los fumadores de
pipa poseen particularmente un alto riesgo de cáncer en los labios.

Todos los fumadores ocasionan la contaminación del aire. El fumador contamina el aire con el humo que éste exhala y con aquel que se produce directamente de la combustión que se produce en el extremo del cigarrillo, cigarro o pipa. La combinación de estas dos formas contaminantes del cigarrillo se conoce como humo de "segunda mano". El humo que proviene directamente del cigarrillo es más peligroso que el humo que exhala el fumador debido a que contiene mayores concentraciones de los 13 carcinógeno. En adición contiene nicotina, brea y monóxido de carbono. El monóxido de carbono se combina con la hemoglobina, lo cual reduce el transporte de oxígeno a través del sistema circulatorio. El enfisema, hipertensión y la bronquitis crónica han sido asociadas con grandes dosis de cadmio (un carcinógeno).

El tabaco que se mastica contiene alrededor de siete veces más de nicotina que los cigarrillos. Debido a que este  tabaco permanece en la boca durante un periodo de tiempo prolongado, se absorbe más nicotina. Esta forma de tabaco también contiene una mayor concentración de carcinógenos en comparación con los cigarrillos.

Existe una tendencia sumamente peligrosa de complementar el fumar cigarrillos con alcohol, mariguana y otras drogas peligrosas.

A las personas no fumadoras que respiran el humo de "segunda mano" se les da el nombre de fumadores "pasivos" o "involuntarios". Esta población también puede sufrir una gran variedad de condiciones peligrosas. Las enfermedades que puede producir el humo del cigarrillo en el fumador pasivo incluyen el Cáncer pulmonar, condiciones cardíacas y otros disturbios.

La EPA ("Environmental Protection Agency" o la Agencia Protectora Ambiental) publicó los resultados de un estudio concerniente a los efectos pulmonares del fumador pasivo (United States Environmental Protection Agency. Office of Research and Development. "Respiratory Health Effects of Passive Smoking: Lung Cancer and Other Disorders". Washington, D.C., December, 1992. Págs. 1-1 a 1-15). Es estudio reveló que la exposición al humo ambiental del tabaco representa un peligro potencial para la salud en adultos y niños. En los adultos, la exposición al humo ambiental del tabaco representa un carcinógeno pulmonar humano, responsable de aproximadamente 3,000 muertes por cáncer pulmonar anualmente en los Estados Unidos por parte de los no fumadores. Por otro lado, para los niños, la exposición al humo del tabaco se encuentra causalmente asociado con: un aumento para el riesgo de infecciones en las vías respiratorias superiores, tales como bronquitis y neumonía.

En adición, incrementa la frecuencia de acumulación de líquido en el oído medio, síntomas de irritación en las vías respiratorias superiores, y una reducción pequeña, pero significante, en la función pulmonar. La exposición al humo del tabaco representa un factor de riesgo para la aparición de nuevos casos de asma en niños que no hayan previamente evidenciado síntomas.

Las personas que no fuman y que viven junto a fumadores tienen de 20-30 por ciento de mayor riesgo para morir de enfermedades del corazón en comparación con otras personas que no fuman (Raeburn, Paul. "Riesgoso al Corazón del Ajeno el Humo del Cigarrillo". The Association Press). Según el bioestadístico e investigador Stanton
Glantz (Universidad de California, San Francisco) el fumar pasivamente causa 32,000 muertes por ataques cardíacos anualmente en Estados Unidos.

Representa una de las primeras causas de muerte prevenibles  Representa uno de los principales comportamientos de riesgo que puede poricar cáncer en el pulmón, esófago, riñón, páncreas, cavidad oral, laringe, vejiga urinaria y leucemia.  Aumenta el riesgo para un ataque al corazón y para las enfermedades de las arterias coronarias.  Incrementa el riesgo de la aterosclerosis  El fumar representa un alto riesgo para adquirir una diabetes tipo II (que surge en la edad adulta).  Eleva el riesgo para las úlceras estomacales.  Aumenta el riesgo de condiciones pulmonares, tales como asma, bronquitis y enfisema.  Para las embrazadas fumadoras, incrementa el riesgo de muerte infantil u otras complicaciones del futuro neonato.  Aumenta la susceptibilidad de enfermarse con mayor frecuencia en comparación con los no fumadores.  Cada cigarrillo que se fuma le resta un (1) minuto de vida al fumador.  Disminuye el colesterol bueno (HDL).

Delineamientos/Recomendaciones para dejar el Vicio del Tabaquismo

Consideraciones Preliminares

Efectos dañinos del tabaquismo. El tabaco es uno de los principales factores de riesgo para diversas enfermedades y la muerte prematura. Además, el tabaco es una de las drogas que crean mayor dependencia.

Sabemos que el fumar causa cáncer de los pulmones. También aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, infarto y enfisema. Los cigarrillos, los cigarros, la pipa, el rapé y el tabaco de mascar matan a más de 400,000 personas en Norteamérica cada año. En el tabaco se han encontrado más de 3,000 componentes químicos. Los más importantes por sus efectos son:

Nicotina: Representa el constituyente principal que convierte el tabaco en droga.
Alquitranes: Constituyen los agentes cancerígenos del tabaco.
Monóxido de carbono: Provoca trastornos nerviosos y circulatorios.
Estas sustancias, de forma directa o indirecta, pueden llegar a producir una serie de trastornos, tales como:
Cáncer del pulmón: La persona que fuma 20 cigarrillos al día, posee 19 veces mayor probabilidad de contraer dicha condición en comparación con los no fumadores.
Bronquitis: El 95% de los bronquíticos son fumadores.
Infarto al miocardio (corazón): Los fumadores poseen alrededor de 6 veces más probabilidades de contraer dicha condición en comparación con los no fumadores.
Ulcera gastro-duodenal: Esto se debe a que el humo de los cigarrillos altera el equilibrio entre las secreciones ácida y alcalina del estomago.
Aumento en la presión arterial.
Disminución en el impulso sexual.
Disminución de la visión y los reflejos.

El tabaquismo produce también los siguientes efectos perjudiciales a la salud:
Recuperación lenta: Los fumadores tardan más en recuperarse después de una lesión o cirugía, porque sus heridas y huesos sanan más lentamente. También están más propensos a las complicaciones después de una operación, como la neumonía (por la debilidad de sus pulmones), debiendo quedarse más tiempo en el hospital.
Problemas de los ojos: Fumar duplica el riesgo de cataratas, la causa principal de ceguera en todo el mundo. Las cataratas nublan el lente del ojo, siendo necesaria una operación para restablecer la vista.
Dificultad de retención de la orina: Se ha demostrado que fumar tabaco aumenta el riesgo de un problema médico particularmente molesto llamado "incontinencia".
Dolor de espalda: Al reducir el suministro de oxígeno y nutrientes a los discos que amortiguan la columna, fumar cigarrillos puede deteriorar esos discos (y cuadruplicar el riesgo de tener dolores de espalda. La tos del fumador puede en realidad producir un ataque de dolor de espalda.
Arrugas profundas: Los fumadores parecen ser mayores de la edad que tienen. Un estudio reciente ha confirmado que fumar cigarrillos efectivamente acelera el arrugamiento de la piel.
Menor eficacia de los medicamentos: Fumar puede interferir con la acción de una gran variedad de medicamentos (incluso de vitamina C) reduciendo su eficacia.
Cáncer de la sangre: Fumar aumenta el riesgo del cáncer de los pulmones, de la boca, garganta, laringe, pecho,
vejiga, páncreas, hígado, riñones y útero. Estudios recientes revelan, también que el fumar ocasiona leucemia (cáncer de los glóbulos blancos).
Presión arterial: Para la mayoría de las personas, la presión arterial aumenta en reacción a la ligera ansiedad que les produce el hacerla medir. En cambio, en el caso de los fumadores, la presión baja cuando se la miden. Por lo tanto, las lecturas de la presión en los fumadores subestiman los verdaderos niveles que, en realidad, tienden a ser altos.
Dolor de pecho: Fumar cigarrillos no sólo constituye el mayor y único factor de riesgo para las enfermedades de corazón, sino que nuevos resultados sugieren que también puede insensibilizar el sistema nervioso, siendo más difícil darse cuenta del dolor de pecho, o angina, una señal de alarma importante de una enfermedad cardiaca.
Contracción de las arterias: Las hormonas sexuales en las mujeres normalmente las protegen contra las enfermedades cardíacas antes de la menopausa. Pero, cuando usan tabaco esta gran ventaja "se esfuma". En un estudio reciente se ha descubierto que las mujeres que fuman están sujetas a un alto riesgo de espasmos de las coronarias, o sea, contracción de las arterias del corazón. Si no se trata, este espasmo puede producir un ataque cardíaco (o incluso la muerte).

Las Recompensas de Abandonar el Hábito del Tabaquismo

Nunca es tarde para dejar de fumar. Los beneficios del abandono del hábito de fumar son evidentes desde el momento en que una persona deja dicho vicio. Cuando el fumador decide alejarse de este peligro hábito, se reducen los riegos para contraer enfermedades del corazón, infartos/ataque cardíacos, bronquitis, enfisema y diversos tipos de cáncer. Puede ser algo difícil los primeros días de no fumar. Ciertamente, aparecen varios síntomas, tales como nerviosismo, fuerte deseo de tabaco, más apetito y más tos que de costumbre.Trate de no frustarse, y piense en los beneficios que se están produciendo en su organismo. Veamos algunos de estos beneficios:

Veinte minutos después de la última bocanada, la presión arterial comenzará a bajar hacia un nivel normal, y la circulación en las manos y los pies mejorará.
Ocho horas más tarde, el nivel de oxígeno en la sangre habrá subido de vuelta a lo normal, el del anhídrido carbónico habrá bajado.
Dentro de las doce horas después de haber fumado el último cigarrillo, su cuerpo comienza a curarse a sí mismo.
Los niveles de monóxido de carbono y nicotina en el sistema declinarán rápidamente y el corazón y los pulmones empezarán a reparar los daños causados por el humo de los cigarrillos.
En pocos días usted va a advertir cambios notables en su cuerpo. Sus sentidos del olfato y del gusto retornarán.
La tos de fumador desaparecerá. El sistema digestivo volverá a la normalidad. Lo que es más importante, usted se sentirá verdaderamente vivo, despejado, lleno de fuerza y energía. Podrá subir una cuesta o las escaleras sin resollar o marearse y se hallará libre del desorden, el mal olor, la inconveniencia, el gasto y la dependencia de los cigarrillos. Un día después comenzará a reducirse el riesgo de un ataque cardíaco.A los tres días de haber dejado de fumar, la respiración será más fácil. El organismo estará desintoxicado de nicotina. El gusto y el olfato serán más afinados.
Al mes de una vida libre de tabaco, el ex-fumador se sentirá con más energía.

Beneficios a largo plazo. Ahora que ha dejado de fumar, usted ha añadido un número de días saludables y productivos a cada año de su vida. Lo que es aún más importante, usted ha aumentado sobremanera las posibilidades de vivir una larga vida. ha reducido de manera significativa los riesgos de morir a causa de enfermedades del corazón, ataques cardíacos, bronquitis crónica, enfisema y cáncer. Diez años después, el riesgo de morir de cáncer del pulmón será prácticamente igual al de una persona que nunca ha fumado.

Síntomas de restablecimiento: Al comenzar a sanearse su cuerpo, es posible que en vez de sentirse mejor, usted se sienta peor. Estos síntomas de privación son en realidad señales de su restablecimiento. Inmediatamente después de dejar el hábito, muchos ex-fumadores experimentan "síntomas de restablecimiento", tales como el aumento temporal del peso corporal causado por la retención de líquidos, irregularidad en los latidos cardíacos y la irritación de las encías o la lengua. Además, es posible que se sienta un poco nervioso o de un humor peor que lo acostumbrado. Se debe comprender que estos efectos son pasajeros y que señalan el comienzo de una vida más saludable para usted. Sencillamente, dejar de fumar es la mejor medicina preventiva.

Guías para Abandonar el Hábito de Fumar
A continuación diez maneras para dejar de fumar ahora mismo:

Haga una lista de los motivos por los cuales quiere dejar de fumar, para fortalecer su decisión de abandonar el hábito.
Fíjese cuándo y por qué busca un cigarrillo. Trate de pensar en otras cosas que podría hacer en su lugar. Esto le ayudará a resistir la tentación de fumar.
Hable con su médico sobre la posibilidad de un parche de nicotina: Una alternativa más reciente utilizada como método para dejar de fumar es suministrar nicotina, ya sea a través de goma de mascar o de parches transcutáneos. Estos productos disminuyen la urgencia que sienten los fumadores cuando los niveles de nicotina en la sangre bajan.

Escoja una fecha para dejar de fumar definitivamente.
Pida a sus colegas, amigas y familiares que imiten su decisión ese día.
Haga todos los esfuerzos por superar los primeros días, que son siempre los más difíciles.
Mantenga su boca ocupada con chicle sin azúcar y bocadillos saludables.
Manténgase alejado de lugares que lo tienen reservado para fumar.
Haga ejercicios extra para mantenerse tranquilo y evita aumentar de peso.
Cómprese un regalo con todo el dinero que ya no gastan cigarrillos.
Desde otro enfoque, se describe un método sistemáticp para abandonar el cigarrillo. Cuando se tiene la intención de dejar de fumar:
Busque a alguien que también quiera hacerlo:
Apuéstese a un amigo o amiga que usted puede dejar de fumar para la fecha elegida. Todos los días separe una cantidad de dinero igual a la que gasta en cigarrillos, y páguela como multa a quien tomó la apuesta si usted fuma. Invite a su cónyuge o a un amigo a que deje de fumar al mismo tiempo.
Cambie de marcas: Compre una marca que no le guste. Dos semanas antes de la fecha clave, cambie a una marca que tenga bajo contenido de alquitrán. Esto le ayudará a reducir la dependencia física que tiene de los cigarrillos.
Fume menos cigarrillos: Fume la mitad de cada cigarrillo. Cada día postergue por una hora el momento de encender el primer cigarrillo.Decida fumar solamente durante las horas pares o impares. Tome la decisión de antemano cuántos cigarrillos va a fumar al día. Por cada cigarrillo extra que fume, done un dólar a alguna institución de caridad. No fume inmediatamente al sentir deseos. Espere unos minutos y durante ese tiempo, haga algo diferente de lo que estaba haciendo o, inicie un conversación con alguien.. No compre cigarrillos por caja.
Espere a que se le termine una cajetilla antes de comprar otra. No lleve cigarrillos con usted en la casa o en el trabajo. Póngalos donde sean difíciles de alcanzar. Finalmente, fume solamente bajo circunstancias que resulten un poco desagradables. Por ejemplo: si le gusta fumar en compañía, fume solo. Para romper con el hábito automático, tome nota de cada cigarrillo que fuma, usando la otra mano o poniéndolos en un lugar desusado o en bolsillo diferente.

En los próximos párrafos se discutirá un diseño de un programa para dejar de fumar en cuatro semanas. Este plan es indicativo cuando se está a punto de dejar de fumar:

Primera semana: Haga una lista de las razones positivas por las cuales desea alejare definitivamente del vicio de fumar hábito. Lea dicha lista diariamente. Envuelva su cajetilla de cigarrillos en un papel sujetado con una goma.
Cada vez que fume, anote la hora del día, lo que está haciendo, cómo se siente, y qué importancia tiene para usted ese cigarrillo, en la escala del 1 al 5. Envuelva nuevamente los cigarrillos.
Segunda semana: Continúe leyendo a diarios su lista de razones y añada otras si es posible. No lleve fósforos y mantenga los cigarrillos lejos de su alcance. Todos los días trate de fumar menos cigarrillos, eliminando los más o los menos importantes (según funcione para usted).
Tercera semana: Continúe las instrucciones de la segunda semana. No compre una nueva cajetilla hasta que termine la que está usando, ni compre nunca los cigarrillos por caja. Cambie de marca dos veces durante la semana, cada vez escogiendo una marca más baja en alquitrán y nicotina Alguna vez durante la semana trate de dejar de fumar por 48 horas.
Cuarta semana: Siga con lo anterior. Aumente su actividad física. Evite situaciones que usted asocia con el fumar.
Halle algo que sustituya a los cigarrillos. Cada vez que le den ganas de fumar, haga ejercicios de respiración profunda (véase Capítulo 4).
Inmediatamente después de dejar de fumar, evita la tentación, forme nuevos hábitos y celebre el progreso.
Cuando las ganas lo vuelvan loco:
Tenga sustitutos a mano para llevarse a la boca: Por ejemplo: zanahorias, pepinillos encurtidos, nueces, manzanas, apio, goma de mascar sin azúcar, entre otros.
Respire profundamente diez veces, la última vez aguantando la respiración mientras prende un fósforo. Hágase de cuenta que es un cigarrillo, y aplástelo en un cenicero.
Si es posible, dése un baño o una ducha.
Aprenda a relajarse rápida y profundamente: Afloje los músculos mientras visualiza una situación agradable y serena y escápese de la realidad por un momento. Concéntrese nada más que en esa imagen serena.
Prenda una varita de incienso o una vela en vez de un cigarrillo.
No tolere el pensamiento de que "uno no le va hacer daño".

Referencias
Corbin, C. B, & Lindsey, R. (1997). Concepts of Fitness and Wellness with Laboratories (2da. ed., pp. 276-316).
Madison, WI: Brown & Benchmark Publishers.
Health and Wellness. 6ta. ed.; (p. 337), por G, Edlin, E. Golanty, & K. Mc. Brown, 1999, Sudbury, MA: Jones and
Barlett Publishers. "Copyright" 1999 por Jones and Barlett Publishers.
Departamento de Salud. División de Epidemiología. "Guía para dejar de Fumar". Informe Epidemiológico. Año XI (Marzo, 1985).
Departamento de Salud. División de Epidemiología. "Guía para dejar de Fumar (continuación)".
Informe Epidemiológico. Año XI (Abril, 1985).
"Nuevos Métodos para dejar de Fumar". Buena Salud. (Agosto, 1994).
The Health Source Corporation. "10 Realidades Sorprendentes Acerca del Fumar". Top
Health en Español: El Boletín de Salud y Bienestar. (Noviembre, 1992).
The Health Source Corporation. "La Gran Recompensa por Dejar de Fumar". Top
Health en Español: El Boletín de Salud y Bienestar. (Noviembre, 1993).

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