No son pocos que por diversos y muchos motivos creen en brujas, espíritus, fantasmas, adivinos y muchas otras cosas raras.LA CASA DE LOS FANTASMAS
(Escrito por nuestro amigo Roberto Torres Collazo)“Cosas raras” que a nuestro juicio en su inmensa mayoría no son sobrenaturales, sino que pueden obedecer a engaños de nuestros sentidos, fallas mentales o daños cerebrales, creaciones culturales, simples casualidades, interpretaciones incorrectas sobre una lectura o eventos, desconocimiento de las ciencias del comportamiento, graves problemas personales, sobrevivencia ante un peligro extremo, enfermedades, el ambiente, escaso uso del analisis crítico y la desinformación, drogas, entre muchos otros motivos.
No es que todos estén locos o sean ignorantes, sino que hay elementos externos aveces internos involuntarios que producen, moldean o refuerzan aquellas creencias que nada tienen que ver con lo sobrenatural.
Una clara ilustración de como el desconocimiento o incorrectas interpretaciones nos puede engañar haciendo creer cosas que realmente no lo son. Es el caso de “Casas Embrujadas” que apareció en la revista especializada “Pensar”, Julio/Septiembre 2008.
Ocurrido a fines de Octubre del 2003 en Buffalo, New York, justo unos días antes de Halloween. La familia aseguraba que frecuentemente escuchaba voces tarde en las noches, oían pasos crujientes de provenían de la escalera. El padre de familia mientras dormía lo despertaban golpes en los pies y veían rostros de demonios en las paredes. La familia concluyó que su casa había fantasmas. Toda la familia no podía vivir ni dormir del miedo.
El investigador de esos fenómenos Benjamin Radford recibió una llamada de una madre de la familia pidiendo desesperadamente ayuda. Después de varias noches de investigación, encontró lo siguiente: los ruidos crujientes de la escalera se debían a que la escalera era vieja y de madera, después de instalar una grabadora descubrió que las voces provenían de personas que pasan por la calle o vecinos, que se hacen más audibles a medida que se adentra la noche, encontró que el padre de la familia padecía apnea, transtorno del sueño, los golpes en los pies eran repiqueteos que se agudizaron debido al estar casi todo el tiempo de pié en su trabajo y cambio de horario, no se le ocurrió asociar su malestar con sus clase de trabajo en la fábrica.
La casa no estaba en buenas condiciones, las casas vecinas estaban muy cerca una de otras. Las paredes eran originalmente blancas, pero lucían sucias y estaban pintadas en marrón claro y dos lámparas de noche con luz tenue estaban muy cerca de la pared que daban la apariencia de un rostro, más nada. Que tal vez debido a todo el ambiente que se crea entorno a las semanas previas de Halloween donde se muestran rostros de demonios en las calles y lugares de trabajo hayan asociado el rostro en la pared con el demonio y creencias en fantasmas.
Declara el investigador Radford que la misma familia “embrujó” sus propia casa cuando la madre de la casa buscó libros sobre fantasmas y encantamientos, ninguno de los cuales se basaba en escepticismo o en la ciencia. Al final se descubrió que no había tal cosa como una casa embrujada, ni estaba habitada por fantasmas, sino una inapropiada interpretación de una serie de sucesos repetitivos, influencia del ambiente y la cultura, desinformación e ignorancia.
La casa de los fantasmas no obedecia a nada sobrenatural como tantas otras creencias en ladrones, perdón, adivinos, espíritus, sanaciones y la famosa película “El Exorcista” de los años 70’ donde no faltaron quienes despues de verla veían el diablo hasta en la sopa.
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